Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o riguroso. Acervo, en cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un conjunto de bienes culturales, morales o económicos, como a un montón de cosas menudas.
Como tal, son palabras homófonas, y confundirlas supondría un error que conviene evitar. Para ello, a continuación te dejamos algunas claves.
Cuándo usar acerbo
Acerbo es un adjetivo; se emplea para designar algo que resulta áspero al gusto, o a alguien o algo que es cruel, riguroso o desapacible.
Por ejemplo:
- Era un hombre recto y honrado, pero de un carácter acerbo hacia sus subordinados.
- La década de 1920 constituye un recordatorio acerbo y perturbador de cuán rápidamente la fe en los mercados puede verse desbordada por los acontecimientos políticos.
Cuándo usar acervo
Acervo es un sustantivo; se emplea para hacer referencia al conjunto de bienes morales y culturales que una comunidad humana ha ido acumulando, por tradición o por herencia, a lo largo de su historia. Asimismo, puede referirse al haber que es pertenencia común de varias personas, sean socias, coherederas o acreedoras. Finalmente, también se denomina acervo a un montón de cosas menudas, como arroz, trigo, maíz o legumbres.
Por ejemplo:
- En la época colonial se procuró recopilar el acervo cultural de muchos pueblos indígenas.
- El documento trata del acervo líquido de los bienes del testador y el derecho de los legitimarios a la herencia.
- Encontró en la alacena un acervo de semillas almacenadas por su abuelo.