Las comillas son un signo doble de puntuación: tienen apertura («) y cierre (»). Recurrimos a ellas para distinguir mejor determinadas partes de un texto.
Su uso correcto nos permite reconocer citas textuales, los pensamientos de un personaje, el sentido irónico de una palabra o expresión, o saber si se nombra un artículo o poema, entre otras funciones que veremos a continuación
Al contrario de lo que ocurre con otros signos de puntuación, no reflejan una pausa ni una entonación especial.
Tipos de comillas
Existen tres tipos de comillas: las llamadas angulares, latinas, francesas o españolas (« »), las dobles o inglesas (“ ”) y las simples (ˈˈ).
En español, es preferible utilizar como primera opción las comillas angulares. Con las nuevas tecnologías y la influencia del inglés, cada vez es más frecuente utilizar las comillas inglesas.
A veces hay que poner comillas dentro de un texto que ya está entrecomillado. En esta situación ,existe una jerarquía cuyo orden de uso es el siguiente:
- Comillas angulares (« »)
- Comillas inglesas (“ “)
- Comillas simples (ˈ ˈ)
Por ejemplo:
- El autor: «Mi artículo “No es lo mismo tuvo ˈverbo tenerˈ que tubo ˈcilindro huecoˈ” resuelve muchas dudas».
Usos de las comillas
Como tenemos tres tipos de comillas, será el uso lo que determine cuáles debemos utilizar. En español es preferible recurrir a las angulares, aunque es cada vez más frecuente el uso de las inglesas. En parte, esto se debe a la configuración del teclado, ya que muchos solo tienen las inglesas.
En citas textuales
Cuando queremos citar de manera textual, encerramos la cita entre las comillas:
- Séneca: «No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea».
- «Haz algo que merezca la pena recordar», dijo Elvis Presley.
- El entrenador ha dicho que está «muy satisfecho con el resultado», entre otras cosas.
Para nombrar partes de publicaciones
Se usan las comillas para nombrar poemas, artículos o capítulos publicados en revistas, periódicos o libros. Es decir, las usamos para citar títulos que no se han publicado de manera independiente:
- El artículo «Cómo ganar varios títulos» se publicó en el periódico Las estrellas del deporte.
- «Romance sonámbulo», de Lorca, pertenece a la obra Romancero gitano.
- El capítulo cuatro de La misteriosa llama de la reina Loana, de Umberto Eco, se titula «Yo me voy por la ciudad».
En connotaciones, ironía y palabras vulgares.
Enmarcamos una palabra entre comillas cuando queremos darle un sentido irónico, se considera inapropiada o vulgar, o cuando no hay un significado literal:
- Ha estado toda la tarde estudiando y está muy «cansao».
- Sebastián tiene al jefe «contento» porque ayer no le entregó el informe.
- El empresario dijo que tenía que tratar muchos «asuntos».
En narrativa
Los pensamientos de los personajes van encerrados entre comillas:
- «Ya sé lo que tengo que hacer. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?», pensó la agente de policía.
- «¡Ahora sí! —pensó Andrés—. ¡Esta vez no se me quemarán las croquetas!»
Si para reproducir las palabras de un personaje necesitamos más de un párrafo, a partir del segundo párrafo se introduce con comillas de cierre:
—Os contaré la historia, ya que me lo pedís —dijo el anciano—. Todo empezó hace ya unas cuantas décadas. Yo era un muchacho alegre de campo que vivía en una pequeña granja.
»Un buen día, un hombre vino preguntando por mi padre. Dijo que era del gobierno, o algo así. Le entregó unos papeles mientras le decía que era urgente que se presentara cuanto antes en la oficina regional.
»Yo no entendía muy bien de qué iba aquello. Quizá mi mente de niño se imaginaba cosas raras, pero de una cosa estaba seguro…
Uso de las comillas simples
Antes hemos mencionado que las comillas simples (ˈ ˈ) son la última opción para entrecomillar dentro de textos ya entrecomillados.
Aparte de este uso, tienen una función específica: enmarcan el significado literal de una palabra:
- Harto significa ˈcansado de algoˈ o ˈsaciadoˈ, entre otras cosas.
Combinación con otros signos de puntuación
Las comillas pueden concurrir con otros signos de puntuación. Sin embargo, no todos los signos tienen la misma posición respecto a las comillas.
El signo de cierre de las comillas se pone antes del punto, de la coma, del punto y coma y de los dos puntos:
- Mi hermana siempre me dice: «cuidado con el perro del vecino».
- Tiene una reunión el sábado y está «emocionada», según dice.
- «Ser o no ser»; es una manera de preguntarse las cosas.
- No se dice «bacalado»: está mal escrito.
Los signos de cierre de interrogación, de exclamación, del paréntesis y los puntos suspensivos pueden ir:
a) Antes del cierre de las comillas si la entonación del enunciado se encierra dentro de las comillas:
- Alfredo: «¿Te gusta la comida italiana?».
- «¡Venga!¡Vamos!¡Corred!», así animaba el público.
- En el artículo «El míster piensa que…», se comentan las declaraciones de ayer.
- «Creo que me compraré un yate (aunque puede que no)», pensó el hombre.
b) Después del cierre de las comillas si la entonación del enunciado es superior a lo encerrado entre comillas:
- ¿Tienes el brazo «partío»?
- ¡Pues claro que estoy «sereno»!
- Miguel Hernández tiene varios poemas: «Umbrío por la pena», «El niño yuntero», «Nanas de la cebolla»…
- Es común en el habla coloquial que se elimine la letra d en algunas palabras (como en «agobiao»).
Vea también Signos de puntuación y Corchetes