Es incorrecto decir la agua; lo correcto es decir el agua. La palabra agua es un sustantivo femenino que empieza por a tónica, es decir, que esta es la sílaba de mayor intensidad de sonido en la palabra.
Según la regla, en sustantivos femeninos que empiezan por a tónica, el artículo toma la forma el cuando aparece inmediatamente antes del sustantivo, como es el caso de un agua o el agua. Esto ocurre así por razones de sonoridad y no significa que la palabra cambie de género.
Por ejemplo:
- Me trajo el agua luego de horas de haberla pedido.
- Quiso que el agua estuviera hirviendo para hacer un té.
Esta misma regla, por otro lado, se aplica para otras palabras que empiezan con a tónica, como arte, águila, azúcar, hambre, hacha, etc.
La regla, no obstante, queda sin efecto cuando una palabra se interpone entre el artículo y el sustantivo, y así lo correcto es decir: la misma agua, la mejor agua, la deliciosa agua fresca.
Del mismo modo, esta regla tampoco afecta la concordancia entre agua (sustantivo femenino) y las otras palabras que la acompañen en la oración, que deben coordinarse asimismo en femenino.
Por ejemplo:
- El agua estaba fría.
- Se bebió toda el agua.
- El agua del mar es salada.
No sería correcto, en cambio, decir:
- El agua estaba frío.
- El agua del mar es salado.
- Se bebió todo el agua.
Por su parte, cuando se habla en plural (aguas), el artículo mantiene su forma.
Por ejemplo:
- Cuando bajaron las aguas, todos estábamos en nuestras casas.
- Tomó las aguas rumbo al norte.
Ante pronombres demostrativos, como esta, esa y aquella, sin embargo, no es necesario alterar la forma, y puede decirse esta agua, esa agua, y aquella agua.