Tanto élite como elite son formas que se consideran adecuadas.
La palabra, que significa minoría selecta que goza de un estatus privilegiado, proviene del francés élite, y se pronuncia “elít”. Pese a la tilde gráfica aguda, que en francés indica que la e se pronuncia cerrada, el acento fónico recae en la sílaba li. De allí que se haya adaptado al español con la acentuación llana que se percibe en la pronunciación de la voz francesa.
El origen de la confusión de si debe escribirse élite o elite surge en razón de que, en español, el acento agudo significa que la sílaba en cuestión debe pronunciarse con mayor intensidad. Debido a la grafía de la voz en francés élite, los hablantes interpretaron que se trataba de una palabra esdrújula y, sujetándose a las normas del español, así la escribieron y la pronunciaron desde entonces. De modo que, en la actualidad, ambos términos se consideran apropiados.
Por ejemplo:
- Las élites económicas siempre han dirigido el país.
- En el salón se encontraba reunida la elite del deporte rey.
No obstante, es importante acotar que pese a la insistencia en el empleo de la forma elite, más apegada a la voz francesa original, en el uso se ha impuesto la forma élite, con su pronunciación esdrújula, castellanización de la voz original.