Erupción es la forma adecuada de escribir esta palabra. Erucción, en cambio, constituye una incorrección que es conveniente evitar.
La palabra, como tal, proviene del latín eruptio, eruptiōnis, de allí que mantenga cierta proximidad con su raíz etimológica.
Es un sustantivo femenino que puede referirse a dos cosas: por un lado, a la aparición de granos, manchas o vesículas en la piel, asociada a enfermedades cutáneas o reacciones alérgicas, entre otras cosas, y, por el otro, a la emisión, a través de grietas o aberturas en la corteza terrestre, de materias sólidas, líquidas o gaseosas provenientes del interior de la tierra.
En este sentido, lo correcto será decir, por ejemplo:
- La erupción volcánica empezó en hora de la noche.
- Me ha salido una erupción en la espalda a causa del sol.
- Tengo un ungüento que cura todo tipo de erupciones.
Por el contrario, deberemos evitar decir::
- Las erucciones volcánicas ocurren repentinamete.
- No es normal tener una erucción de este calibre a tu edad.