La palabra derecho proviene del latín directus, que significa lo recto, lo rígido, lo correcto. A su vez, esta se deriva del verbo dirigere, que significa conducir, enderezar, regir, llevar rectamente hacia un lugar. Esta voz, asimismo, procede de regere, que hace referencia a conducir o dirigir a un fin.
En este sentido, derecho, desde su origen, es una palabra asociada al concepto o idea de la rectitud, de lo correcto, de la dirección a un fin. De allí que el derecho, hoy en día, haga referencia a lo que está conforme a las normas, reglas o leyes, es decir, al conjunto de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos en el marco de un ordenamiento jurídico.
En latín, sin embargo, el derecho era conocido como ius, término del que derivaron otras voces como jurista, jurisconsulto, jurídico, jurisprudencia, jurisdicción. No es sino a partir del siglo IV en que empieza a usarse la voz directum, que luego se extendió por Europa y evolucionó hasta su forma actual castellana: derecho.