La palabra sociología se compone de las raíces socius, que proviene del latín y significa ‘socio’ o ‘compañero’, y del sufijo -logía, que se deriva del griego λόγος (lógos), que significa ‘ciencia’, ‘estudio’ o ‘tratado’. Literalmente: estudio o tratado de los socios o sujetos sociales.
El término sociología, como tal, es un neologismo. Fue acuñado en el siglo XIX por el filósofo francés Augusto Comte, quien en su libro Curso de filosofía positiva usó la palabra sociología para referirse al estudio del conjunto de leyes que rigen los fenómenos sociales.
De este modo, la palabra sociología quedó asociada, desde su origen, a la ciencia que trata de la formación, estructura y funcionamiento de las sociedades humanas, así como de sus relaciones y de los fenómenos colectivos que los afectan dentro de su contexto sociocultural específico.