Fuertísimo y fortísimo son formas válidas para expresar el superlativo de fuerte.
El español actual admite los dos superlativos para el adjetivo fuerte: fuertísimo, de uso extendido en el habla cotidiana, y fortísimo, más propio del habla formal y escrita.
Fuertísimo y fortísimo expresan el máximo grado de la cualidad designada por el adjetivo fuerte, que se atribuye a algo o alguien dotado de fuerza, resistencia, intensidad, solidez o dureza.
Uso de fuertísimo
La forma regular para el español actual es fuertísimo, por lo que puede emplearse tanto en la oralidad como en la escritura.
Por ejemplo
- Un fuertísimo olor a perfume quedó flotando en la habitación.
- Es un jugador fuertísimo, con mucha resistencia en el campo de juego.
- Hacía un sol fuertísimo.
- Es una mujer fuertísima, de mucha entereza.
Uso de fortísimo
Fortísimo es la forma irregular de superlativo del adjetivo fuerte. Es más empleado en el habla culta.
Por ejemplo:
- Encendió un puro de fortísimo olor.
- El partido estuvo muy exigente y los jugadores demostraron que son fortísimos.
- La ciudad es bonita pero el clima es fortísimo.
- Es una persona de fortísimo carácter.
¿Cómo se forma el superlativo de fuerte?
Fuertísimo añade el sufijo -ísimo a la palabra base, el adjetivo en español: fuerte. La sustitución de la -e átona por la vocal acentuada del sufijo es apegada a la norma de formación de los superlativos.
Por su parte, fortísimo conserva la forma superlativa latina fortissimus, derivada a su vez del adjetivo fortis, fortis, forte.
Por razones etimológicas, la alternancia en el uso de formas regulares e irregulares del superlativo se produce igualmente en otros adjetivos del español.
Por ejemplo:
- Buenísimo y bonísimo.
- Ciertísimo y certísimo.
- Inciertísimo e incertísimo.
- Nuevísimo y novísimo.
- Ardientísimo y ardentísimo.
- Calientísimo y calentísimo.
- Diestrísimo y destrísimo.
- Fervientísimo y ferventísimo.
- Gruesísimo y grosísimo.
- Tiernísimo y ternísimo.
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