La forma nieblina es incorrecta. Lo correcto es decir neblina.
Llamamos neblina a un fenómeno meteorológico consistente en la suspensión de pequeñas partículas de agua en la atmósfera, que se presenta en la forma de una niebla baja y poco espesa. Como tal, neblina es el diminutivo de la palabra niebla, de allí que haya quien agregue una -i- en la primera sílaba de la palabra al modo de niebla, confundiendo su construcción: nieblina.
Así, lo correcto será decir, por ejemplo:
- La neblina cubre por completo la ciudad.
- Un nuevo accidente es causado por la neblina.
- Una espesa neblina ha provocado retrasos en los vuelos del aeropuerto.
Nieblina es un barbarismo, es decir, una incorrección propia de la lengua coloquial, que está fuera de la norma culta, y que, en consecuencia, es conveniente evitar. De este modo, no se debería decir:
- La nieblina no me deja ver la carretera.
- Le gustaba asomarse y ver la nieblina cubriendo los montes.
- Eso no es nieblina, sino contaminación.