Las palabras tónicas son aquellas que se pronuncian acentuando una de sus sílabas, mientras que las palabras átonas son las que carecen de dicho acento.
¿Por qué ocurre esto? Pues porque no todas las palabras en español se perciben con el mismo grado de tonicidad en la lengua hablada.
A continuación te explicaremos en detalle qué son las palabras tónicas y átonas, cuáles son y cómo identificarlas.
Palabras tónicas
Las palabras tónicas son todas aquellas palabras que se pronuncian acentuando una de sus sílabas. La sílaba acentuada de la palabra tónica, a su vez, se denominará sílaba tónica. No todas las palabras en español se perciben, en la lengua hablada, con el mismo grado de tonicidad. Son tónicas, pues, las siguientes clases de palabras.
- Sustantivos: la puerta, la pelota, el amigo, el jardín.
- Adjetivos: la bonita puerta, el jardín bello.
- Verbos y sus formas auxiliares: hice la comida, ha llovido, ha entrado.
- Adverbios: no lloverá, estuvo bien, nunca viene. También los adverbios terminados en -mente: vienen lentamente, celebran alegremente.
- Pronombres personales: yo, tú, él, ella, ellos, ellas, nosotros, nosotras, vosotros, vosotras, nos, vos, usted, ustedes, mí, ti, sí, conmigo, contigo, consigo.
- Demostrativos: esa lámpara, este carro, aquella puerta.
- Posesivos: mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, y sus femeninos y plurales.
- Indefinidos: unos chicos, ninguna canción, algún pariente, varias personas.
- Numerales: dos sillas, en tercer puesto, quinientas veces.
- Interrogativos y exclamativos: qué quieres, cuántas personas, quién es, dime cuál.
- Algunas conjunciones, sobre todo si son derivadas de adverbios como, por ejemplo, así: “no lo reconoce, así se lo digas mil veces”; o apenas: “apenas me vio, me identificó”. También son tónicos algunos usos de la conjunción y, como, por ejemplo: “¿y viene?”, “¿y el vaso de agua?”
- Preposición según. Por ejemplo: “Todo es positivo según se vea”.
Palabras tónicas que se pronuncian como átonas
Algunas palabras tónicas se pronuncian como átonas en determinados casos, principalmente cuando son el primer elemento en ciertas expresiones que se encuentran formadas por varias palabras escritas separadamente. Así, pues, aunque son tónicas, son pronunciadas como átonas en los siguientes casos:
- Cuando son el primero de los nombres que forman un antropónimo compuesto: José Luis (joseluís), Ana María (anamaría), o también en antropónimos compuestos: Buenos Aires (buenosáires).
- Cuando constituyen el primer elemento de numerales complejos: cuarenta mil (cuarentamíl), treinta y dos (treitaidós), vigésimo primero (vigesimopriméro).
- Cuando son el primer elemento de una locución: cuesta abajo (cuestabájo), medio ambiente (medioambiénte), mientras tanto (mientrastánto).
- Cuando se antepone un sustantivo o adjetivo a otro sustantivo, siendo que la expresión nominal funciona como vocativo: capitán Ochoa (capitanochóa), buen hombre (buenómbre).
Vea también Sílaba tónica y átona.
Palabras átonas
Son palabras átonas todas aquellas que se pronuncian sin acento en la cadena hablada. La gran mayoría de las palabras monosílabas, y unas cuantas bisílabas y trisílabas son átonas. La mayor parte de las palabras trisílabas son naturalmente tónicas. Así, pues, en español son átonas las siguientes clases de palabras:
- Artículos: el, la, lo, los, las. Por ejemplo: el cielo, la lluvia, los días.
- Posesivos cuando están antepuestos al nombre: mi, tu, su, nuestro, vuestro, y sus formas femeninas y plurales. Por ejemplo: mi papá, tu traje, vuestro uniforme.
- Algunos adverbios como tan, medio. Por ejemplo: tan desilusionado, medio loco. También aun en ciertos casos: aun los más críticos lo aceptaron.
- Algunos sustantivos cuando son utilizados como fórmula de tratamiento y se encuentran antepuestos a nombres propios: don, doña, fray, sor, san, santo, santa. Por ejemplo: doña Consuelo, santo Tomás, sor Juana.
- Pronombres personales: me, te, se, lo, los, la, las, le, les, nos, os. Por ejemplo: me vio, se cayó, la busqué, nos encontró, os dije.
- Relativos: que, quien, donde, como, cuando, cuanto, salvo cual. Por ejemplo: la universidad donde estudié, el modo como me habla, hice cuanto pude.
- Conjunciones, salvo algunas excepciones: uno y otro, lo haremos aunque se oponga, no lo sé, pues no me avisó, etc.
- Preposiciones, excepto según: para dentro, en casa, por tonto, con dinero, sin amigos.
En la cadena hablada, las palabras átonas, puesto que no tienen acento propio, se comportan de una manera particular: se “apoyan” en la sílaba tónica de la palabra que las sigue o antecede, con la cual formarán lo que denominamos como grupo acentual, de allí que también se las conozca como clíticas.
Dependiendo de la posición de la palabra con la que formen el grupo acentual, las palabras átonas podrán ser de dos tipos: proclíticas y enclíticas:
Proclíticas son aquellas palabras átonas que forman grupo acentual con la palabra tónica que tienen a continuación. Así, por ejemplo, en el enunciado: se lo esperaba, las palabras proclíticas serán se y lo, que se apoyan en la sílaba tónica del verbo: seloesperába.
Enclíticas son aquellas palabras átonas que forman grupo acentual con la palabra tónica que las antecede. Por ejemplo, en el enunciado: piénsatelo, las palabras enclíticas son los pronombres te y lo, que se pronuncian apoyados en el verbo.
Conviene acotar que en la lengua española solo constituyen enclíticos los pronombres personales átonos que van pospuestos al verbo y que se escriben siempre unidos a este: dámelo, búscalos, díselo, etc.