Podrir y pudrir son formas admisibles de escribir este verbo. Pudrir es la forma preferida por la norma culta, mientras que el uso de podrir y sus formas verbales con -o- en la raíz se restringe a ciertas partes de Latinoamérica.
La palabra, como tal, proviene del latín putrēre, que significa ‘estar podrido’, y puede emplearse con el significado de hacer que una materia orgánica se corrompa o descomponga; de consumir o molestar a una persona, causando impaciencia o fastidio, o de haber muerto o estar sepultado.
En español, antiguamente pudrir y podrir eran dos formas de infinitivo de este verbo, y, en consecuencia, en las conjugaciones se alternaban las formas con u y o en la raíz. Por este motivo, en español actual todavía persisten algunos restos de esta variación antigua.
En España y la mayor parte de América, las formas con -u- en la raíz, derivadas de pudrir, suponen la norma culta en la conjugación, salvo el participio podrido.
Por ejemplo:
- Estas lechugas se van a pudrir aquí.
- Los tomates se pudrieron.
- Si dejas la comida fuera del refrigerador se pudrirá.
- Siempre se olvidaba de meter la carne en el congelador, por eso se le pudría.
- El cadáver del dictador se pudría a la vista de todos.
En algunas partes de América, sin embargo, son preferidas las formas con -o-, como el infinitivo podrir, así como en algunas personas de presente, pretérito, futuro, pospretérito o imperativo.
Por ejemplo:
- ¿Por qué dejas podrirse las frutas?
- La manzana se podría al sol.
- El animal se podrirá antes de que la gente de la municipalidad venga a levantarlo.
- Se podrirían las cosas si no tuviéramos dónde guardarlas.