Rompido y roto son palabras que existen en la lengua española. Ambas son participio del verbo romper que, al igual que otros verbos, posee una forma regular (rompido) y una irregular (roto). Sin embargo, actualmente la forma rompido ha caído en desuso y es más frecuente el empleo de roto.
Rompido
Rompido, como tal, es un participio arcaico del verbo romper. Su uso era común en el español antiguo, especialmente en el hablado en la Edad Media. De hecho, aparece en 27 ediciones de diccionarios académicos. Su última aparición se registra en el Diccionario de la Real Academia Española de 1992, donde se lo considera ya como una forma en desuso.
Hoy en día rompido no es sino un sustantivo que se usa para designar la tierra que se rompe con el fin de cultivarla.
Roto
Roto, por su parte, es el participio irregular del verbo romper. Puede usarse con función adjetiva para designar a una persona licenciosa en las costumbres, a las costumbres mismas de esta persona, o al estado de agotada o cansada de una persona. Asimismo, puede usarse con función sustantiva para referirse a un desgarrón en la ropa o en un tejido.
Por ejemplo:
- He roto un plato sin querer.
- Manuel es un roto, no te juntes con él.
- No quiero que adoptes el estilo de vida roto de Manuel.
- Necesito llegar a casa a descansar: estoy roto.
- Me pidió que le cosiera este roto en la camisa.