Una sede puede ser el domicilio de una entidad u organización, o el verbo sedar conjugado en singular de presente de subjuntivo. Cede, por su parte, es el verbo ceder conjugado en presente de modo indicativo; significa dar o traspasar algo a alguien, o disminuir la intensidad, fuerza o resistencia de algo, entre otras cosas.
Sede y cede son consideradas palabras homófonas en la mayor parte del mundo hispanohablante, donde no existe distinción fonética alguna entre la s y la c antes de la e y la i. Mientras que en España, donde sí se distinguen en su pronunciación, son palabras parónimas.
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Cuándo usar sede
Sede puede ser un sustantivo femenino; se refiere al lugar donde está domiciliada una entidad u organización de cualquier tipo. En el lenguaje administrativo de la Iglesia católica, puede referirse al asiento de un prelado, a la capital de una diócesis, a la jurisdicción del prelado o a la del sumo pontífice.
Por ejemplo:
- La sede de la corporación se encontraba ubicada en California.
- El vicario de Dios manda solo sobre su sede.
Sede también puede ser el verbo sedar conjugado en primera (yo), segunda (usted) o tercera (él, ella) persona de singular de presente de subjuntivo, así como la segunda persona de imperativo. Significa apaciguar o calmar a alguien por medio de sustancias sedantes. La palabra proviene del latín sedāre.
Por ejemplo:
- Aunque te sede, es posible que te duela un poco durante la operación.
- Sede al paciente solamente si este se lo pide expresamente, doctor.
Cuándo usar cede
Cede es el verbo ceder conjugado en segunda (usted) y tercera (él, ella) persona de singular de presente en modo indicativo, así como la segunda persona de imperativo. La palabra significa dar o traspasar algo a alguien, disminuir la resistencia, la fuerza o la intensidad de algo, o romperse o soltarse lo que estaba sujeto. El vocablo, como tal, proviene del latín cedĕre.
Por ejemplo:
- Usted cede su puesto solo cuando le conviene.
- La lluvia cede, pronto podremos salir.
- Cede un poco en tus aspiraciones, Rodolfo.